Amparo y José Antonio querían un nuevo look para su casa, no tenían claro por dónde empezar, pero sabían que necesitaban un cambio drástico; solo necesitaban un empujoncito para animarse a hacerlo y nosotras les brindamos la seguridad y la confianza que necesitaban para tomar la decisión final. Nos hemos puesto manos a la obra para hacer sus deseos realidad. Nuestro objetivo: convertir esta casa en un hogar elegante, atemporal, cómodo y funcional. Unimos el office, la cocina y una habitación contigua en una sola estancia. Cambiamos las ventanas y priorizamos las vistas al mar. Ganamos en luz y en visibilidad con las nuevas ventanas, tanto en la zona de la cocina como en el salón, donde también se cambiaron todas las ventanas. Unificamos espacios y conseguimos más metros útiles y más metros de luz. El baño principal lo unimos con la galería para hacerlo más amplio. Uno de los detalles más bonitos y novedosos de este diseño, es el lucernario sobre la ducha. Una manera más de ganar en claridad, creando una ventana artificial que aporta muchísima luz, como si de una ventana al exterior se tratara. Otro de los cambios necesarios en este piso era el suelo. Propusimos una tarima de madera en forma de espiga, extensible a toda la casa, excepto en los baños. Ganamos en continuidad visual y amplitud. El efecto de espiga es precioso y además evoca el parquet de años atrás, pero con un aspecto renovado y actual.